Hace años, cuano El Fogón comenzaba su andadura, me hinché a hacer esta tarta. A todos les llamaba la atención y la verdad es que con tanto muñequito, no había niño que se resistiera. También he vivido el momento de entrega de la tarta en el qu la mamá en cuestión se ha puesto delante y ha exclamado: "¡Esta tarta no se toca!" mientras mandaba a alguien a comprar una en cualquier establecimiento, je, je... Es broma, lo de la exclamación de la madre, sí es verdad, pero os aseguro que de la tarta no quedaron ni las migajas...
Ya por aquel entonces empecé a hacer la tarta sacher para decorar. Me gusta su consistencia y además, no es excesivamente dulce, lo que hace que sea ideal en combinación con el fondant. Y ese regustillo de las frambuesas.... uhmmm.
Es una tarta muy laboriosa y lo único que cambio de la receta original, es el añadido de almendra; no es prudente dado la cantidad de alérgicos a los frutos secos que puedas encontrar.
Si alguien quiere la receta ¡Que la pida! ¡A ver si os animáis a dejar comentarios!
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