La tarta, no la boda, je, je... En los colores que eligieron la hermana y la madre del novio... Gracias Ely por confiar en Catalina. El interior, tarta Sacher bañada en almíbar de canela y ron con relleno de frambuesa y trufa. Que no se asuste el personal que las rosas no son tan difíciles... Sólo salen mal las mil primeras...
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